Su veneno es como el de las serpientes,
    como el de una cobra que cierra su oído
para no escuchar la música de los encantadores,
    del diestro en hechizos.

Rómpeles, oh Dios, los dientes;
    ¡arráncales, Señor, los colmillos a esos leones!

Read full chapter

Bible Gateway Recommends